Del 2005 al 2016 Nube Sandoval y Bernardo Rey dirigen en Roma, en el Consejo Italiano para los Refugiados – CIR, el laboratorio teatral de rehabilitación psicosocial para refugiados sobrevivientes al trauma extremo de la tortura.

 

La tortura tiene como objetivo primario la destrucción de la identidad de sus víctimas, determinando un estado de fragmentación psico-fisiológica. Recuperar los fragmentos para poder reconstruir la propia historia, para integrar lo indecible, es un proceso complicado, en el cual es necesario un espacio intermedio donde sea posible un intercambio simbólico.

 

El laboratorio de teatro constituye el espacio donde empieza el proceso de rehabilitación psicosocial. Es una experiencia colectiva que favorece la elaboración de los recuerdos traumáticos, mediante un proceso “ecológico” e implícito de reapropiación de la propia historia y cultura. El teatro como puente que unifica la narración de la experiencia humana y deshumanizante vivida por los refugiados.

El laboratorio teatral se convierte así, en el punto de encuentro donde todo puede ser creado: las relaciones, un lenguaje común, un encontrarse a sí mismo a través del reconocimiento de los otros, un constante cuestionarse sobre el aquí y el ahora, una conciencia de la responsabilidad individual en acciones creativas colectivas, donde a través del canto, la búsqueda de la organicidad en el cuerpo y en la escucha activa, se llega a la creación y realización de una obra teatral que finalmente da voz a quien ha sido silenciado e invisibilizado.

 

El 26 de Junio es el Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de Tortura establecida por las Naciones Unidas. En esta fecha el CIR organiza cada año un evento para sensibilizar y movilizar a la sociedad civil sobre el tema de los derechos humanos. Durante los años que el CENIT dirigió la experiencia del laboratorio de rehabilitación (2005-2016) el teatro se ubicó en el centro de esta iniciativa.